Con un anuncio en redes sociales el pasado sábado Never Say Die, el sello fundado por SkisM, cesa su actividad tras 13 años en lo más alto de la escena dubstep
Es imposible pararse a pensar el enorme legado que deja atrás Never Say Die. Junto a Disciple, el sello que ha mantenido vivo al sonido dubstep durante la última década, sobre todo durante la primera mitad. Un año después de la comprensible disolución de su subsello Black Label, del cual hemos hablado en Wololo Sound en numerosas ocasiones, el cese de actividad de todo el sello nos ha pillado completamente por sorpresa.
El pasado sábado 2 de abril, Never Say Die publicaba lo siguiente en sus redes sociales:
“Después de 13 años, Never Say Die Records ha publicado su último lanzamiento. Estamos inmensamente orgullosos de todo lo que el sello ha hecho para dejar su huella en el género de la manera en la que lo ha hecho, pero la verdad es que hemos logrado lo que nos propusimos (y más) en esta industria, y es hora de que nuestro equipo camine en otras direcciones.
Nuestro legado vive, y nuestro catálogo estará disponible en todas las plataformas de streaming para siempre.
Queríamos agradecer a todos los que han formado parte de este camino, ha sido un gran viaje. Disfrutad la música y los recuerdos,
NSD“.
No solo fue, hasta el fuerte establecimiento de Disciple en América, la mayor marca de dubstep del mundo, sino que dio a conocer a un sinfín de artistas que hoy en día llevan al género en volandas o que han marcado época. Las redes sociales se llenaron de mensajes de agradecimiento al sello por parte de artistas y muchos más trabajadores de la industria.
En cuanto a SkisM, su fundador y figura clave en el éxito del sello en sus inicios, afirma en su biografía de Twitter estar “felizmente retirado”, por lo que no vamos a ver a Never Say Die metamorfosear en un nuevo proyecto. Es, simple y llanamente, el fin de una era.
