Wrapped Live, Beat Nation y Zamna reunieron este 26 de septiembre a más de 11.000 personas en un evento que coronó al rey del afro house, con una producción espectacular de High Scream y un sonido inmejorable
Últimamente no paramos de decirlo: la escena madrileña tiene una agenda de escándalo, un no parar constante, una oferta descomunal que no siempre encuentra la suficiente demanda al otro lado. Y es que salir es cada vez más caro y la gente es más cuidadosa a la hora de gastar su dinero en fiestas y distintos eventos musicales, cosa que muchos promotores sufren. Bien, pues este no ha sido en absoluto el caso del pasado viernes 26 de septiembre con Black Coffee en la Universidad Autónoma de Madrid.
Ni el saturado calendario de septiembre, ni el gran abanico de opciones, ni el desplazamiento requerido para llegar hasta este campus de la UAM fueron impedimentos para que más de 11.000 personas acudiesen a tal evento. Un evento organizado conjuntamente por Wrapped Live, Beat Nation y Zamna (esta última ya venía de organizar la semana anterior su nuevo festival en el mismo recinto) que destacaba porque, además de traer de vuelta a la capital al que muchos denominan como rey del afro house, prometía una producción de altísimo nivel, de la mano de High Scream.
Para quien no la conozca, High Scream es una empresa dirigida por Romain Pissenem, hermano de Yann Pissenem, CEO de The Night League (grupo propietario de Ushuaïa, Hï y [UNVRS]), que se encarga de la producción de grandes eventos combinando creatividad y soluciones técnicas con un cuidado extremo por el detalle. Reconocidos por su trabajo en los clubes de The Night League, en festivales como Tomorrowland, con artistas del tamaño de David Guetta y Martin Garrix, o por colaboraciones con firmas como UEFA, Disney o MTV, su sello de identidad es la calidad y precisión, desde la iluminación hasta la escenografía, ofreciendo experiencias realmente especiales y únicas.

Y el viernes pasado no fue menos: pudimos ser testigos de un escenario en el que las pantallas brillaban por su ausencia y, en su lugar, cientos de luces móviles, muy potentes y de colores cambiantes, adornaban tanto la cabina como la pista de forma espectacular. Una disposición diferente que se agradeció en un mercado donde las pantallas ya son la norma; no causan el mismo impacto en el público que quizá sí provocaban hace unos años, e incluso saturan y le quitan protagonismo a la música. Especial mención al efecto estroboscópico de este escenario, que antes de cada drop generaba tensión y un efecto impresionante.
Y ya que hacemos menciones especiales, otra para el sonido. Nota sobresaliente: gran presión sonora, máxima fidelidad y un reparto impecable de los altavoces que permitió disfrutar de una experiencia óptima desde cualquier rincón del recinto. Tanto en las zonas VIP laterales como en el backstage, al frente o al fondo de la pista, el audio se mantenía excelente, un detalle que se agradece enormemente y que esperamos ver más a menudo en eventos de estas características en Madrid y en toda España.
Y ahora sí, repasando la jornada, esta comenzó temprano, en horario de tarde: a las 17:00 abrían las puertas. Las primeras sesiones corrieron a cargo de DJ Bee, y 2NOMADS y Argü en formato B2B. Después, era el turno de la artista local, Lola Bozzano, que realizó su show híbrido donde añade su voz y diferentes acordes desde su teclado en directo. Tras ella, llegaba el compatriota de Black Coffee, Shoba, quien firmó un set del afro house más puro, abriendo boca para lo que más tarde veríamos en la actuación principal.
A partir de aquí, y ya tras caer la noche, comenzaban a llegar los platos fuertes. Disfrutamos de un set muy divertido de Parallelle. El dúo neerlandés tuvo un set marcado por un house muy clásico y elegante, también acompañado en ocasiones por indie dance y complementado por los acordes de su teclado y ocasionalmente por sus voces cantando en directo. En él, encontramos canciones como ‘Monologue’ y, sin duda, fue una de nuestras sesiones favoritas de la noche.
Llegaban las 23:00 y era el momento de DJ Tennis. El italiano construyó su set poco a poco. Comenzó con unos primeros quince minutos que se nos hicieron algo aburridos, ya que parecía sólo haber patrones percusivos sin mucho más. Sin embargo, el sonido fue evolucionando y haciéndonos entrar en el groove. Paradójicamente, lo que nos estaba pareciendo un set mediocre o incluso malo, terminó siendo un muy buen despliegue de house, algo más acelerado y contundente que en el caso de Parallelle, pero sin pasarse de vueltas, al tratarse de una fiesta cuyo protagonista se encuadra principalmente en el afro house. En este caso, destacamos el momento vivido al ritmo del clásico de Daft Punk, ‘Harder, Better, Faster, Stronger’.
Y por fin, llegaba la hora del gran protagonista de la noche: Black Coffee. El sudafricano no sorprendió, y lo decimos en el mejor sentido posible. Escuchamos lo que esperábamos, una increíble sesión de afro house que tuvo de todo: momentos de groove y de mucho baile, con tracks como ‘Isambulo’ o ‘Like Dat (Ape Drums Remix)’; parones melódicos y emocionantes, con piezas como ‘Body Language’ o ‘Innerbloom (Imad & Dennis Louvra Remix)’; y entremedias, acapellas muy reconocibles como la de su famosa ‘Drive’.
Pero sin duda, lo más destacable fue su cierre. Como no podía ser de otra manera, fuimos testigos de ‘The Rapture Pt.III’, en esta ocasión con el vocal de ‘Go Around’, en un momento tremendamente emotivo y bonito. Y como últimas canciones, tuvimos el clásico ‘Music Sounds Better With You’ de Stardust, intercalado con otras canciones míticas como ‘Billie Jean’, ‘One More Time’, o volviendo al afro house, ‘Thandaza’. Un final de puro éxtasis para el público allí reunido. Un público, por cierto, generalmente comercial y muy variado en edad y procedencia. Tampoco tuvimos sorpresas en este sentido.
En definitiva, lo vivido en la UAM el pasado viernes fue una auténtica demostración de lo que significa unir un cartel de altura con una producción de primer nivel. Más de 11.000 personas se dieron cita en en la tercera y última fecha de este año en el nuevo recinto de la UAM y salieron con la sensación de haber presenciado algo especial, tanto por el despliegue técnico de High Scream como por la solidez musical de todos los artistas, con un Black Coffee que volvió a demostrar por qué es un referente absoluto del afro house.
Y ahora nos surgen algunas preguntas: ¿Cuándo volverá el sudafricano a la capital? ¿Cuándo, y con quién volveremos a ver este recinto de la UAM en 2026? El futuro dirá, pero a ambas respuestas esperamos impacientes.







