El productor británico lanza su disco más ambicioso hasta la fecha, acompañado de una gira internacional, un nuevo enfoque creativo y colaboraciones inesperadas
En una era dominada por algoritmos y fórmulas repetitivas, Fox Stevenson se mantiene como una anomalía luminosa dentro de la música electrónica contemporánea. El artista británico —conocido por su talento multifacético como productor, cantante y compositor— lanza en 2025 su segundo álbum de estudio: Sunk Cost Fallacy, un trabajo que consolida su evolución artística y emocional.
El año comenzó con una avalancha de lanzamientos: ‘Lemonade’, ‘Got What I Got’ y ‘Love The Day’ fueron recibidos con entusiasmo por su base de fans, mientras que una colaboración íntima junto a su pareja, la artista visual Yue, marcó un nuevo hito personal y profesional, todo bajo el ala de Create Music Group, distribuidora que recientemente adquirió el catálogo de deadmau5.
Sin embargo, el punto de inflexión llegó con el anuncio de Sunk Cost Fallacy, un disco que fue acompañado de una gira internacional que superó todas las anteriores. Desde clubes europeos en Alemania, Francia, Hungría, Austria, Bélgica, República Checa y Reino Unido, hasta escenarios en Estados Unidos y Canadá, la gira llevó su propuesta en vivo a nuevas alturas. Desde el Music Hall of Williamsburg en Brooklyn hasta el Red Room de Vancouver, su banda conectó con el público con una energía cruda y autenticidad poco comunes.
Un cambio de método, del software al alma
Lo más significativo de esta nueva etapa es el giro radical en su proceso creativo. Abandonando su enfoque tradicional basado en producción digital inmediata, Stevenson adoptó una metodología “acoustic-first”. Junto a su colaborador Bustre, reescribieron y grabaron desde cero incluso demos antiguas, construyendo cada canción desde la voz y la guitarra, antes de añadir capas electrónicas.
Este enfoque no solo transformó la producción: permitió una profundidad emocional inédita. Con años de entrenamiento vocal durante la pandemia y una migración técnica de Logic Pro a Bitwig, Stevenson derribó las barreras que antes lo limitaban, dando forma a un álbum que brilla tanto por su ejecución como por su honestidad.
‘Sunk Cost Fallacy’ es una travesía sonora y emocional que arranca con ‘YAS!’, una introducción eufórica que mezcla armonías vocales y percusión juguetona, y que plantea desde el inicio una idea clave: aceptar lo incontrolable. Desde ahí, cada canción abre una ventana distinta al universo interior del artista.
Temas como ‘Curtain Call’ ocultan, tras un velo festivo, duras críticas sociales; ‘Give Me Some Space’ convierte el agotamiento digital en pop soleado; ‘Exile Is A Habit’ y ‘Road To Nothing’ exploran la soledad, la ansiedad y la depresión con vulnerabilidad descarnada. En ‘Tryhard’, Stevenson satiriza la cultura del esfuerzo constante con breakbeats furiosos, mientras que ‘That Choice’, primer sencillo del álbum, resume la fragilidad existencial bajo una producción pulida y elegante.
Otros momentos íntimos incluyen ‘One Horse Town’, una balada acústica que reafirma su identidad artística, y ‘Memories’, una reflexión poética sobre el pasado. El interludio etéreo ‘Canyon’ y la nostálgica ‘What Are You (Wow)’ añaden capas de introspección. Y en ‘Told You So’, la rabia se transforma en catarsis sonora, antes de cerrar con la épica pieza titular.
La canción final, ‘Sunk Cost Fallacy’, es el punto culminante: un tema que tardó nueve años en completarse y que encapsula el viaje emocional de todo el disco. Comienza con susurros y termina como una tormenta, en una despedida contemplativa que deja al oyente entre la melancolía y la esperanza.