Los amantes del hardcore están de enhorabuena. Un año más se celebrará en territorio holandés uno de los eventos indoor más esperados por los gabbers: Thunderdome

La festival season ya queda lejos en nuestro recuerdo, pero no por ello va a parar el ritmo con la llegada del frío. Son muchos los eventos indoor de referencia en la escena hard internacional y, sin duda, hay uno especialmente querido por los más apasionados del hardcore.

Por si había alguna duda, nos estamos refiriendo a Thunderdome. Tras su fiesta inicial allá por 1992 y el anuncio del que iba a ser su supuesto final, la edición de 2019 tuvo un rotundo éxito y batió todos los records de tal modo que Thunderdome continúo más presente que nunca y el pasado año 2022 celebró 30 años de puro hard. Quedó patente que la cultura hardcore está presente ¡y de qué forma!

Este año 2023 no iba a ser menos. La reuniónd por excelencia de gabbers de todos los rincones del planeta tendrá lugar el próximo sábado 9 de diciembre en el recinto Jaarbeurs Utrecht (Países Bajos) desde las 22:00 horas hasta las 7:00 horas. Una vez más, la pasión por el hardcore dio lugar a un rápido sold out.

Se podrá disfrutar de 5 áreas donde los artistas darán lo mejor de sí mismos para los gabbers allí reunidos: Thuderdome, Heroes of Hardcore, Uptempo Cage, Thundergods y Tunnel of Terror.

¿Y qué decir del line up? Una auténtica locura para los amantes del hardcore: Dr. Peacock, Deadly Guns, Hysta, Mad Dog, Miss K8, N-Vitral, Nosferatu, Partyraiser, Neophyte, Korsakoff, Bulletproof, Major Conspiracy, Bass-D o Akira son tan solo algunos de los artistas que estarán allí presentes.


Además, desde el día 3 de noviembre hasta la fecha del evento, cada viernes estará disponible un warm-up mix para ir calentando motores.

Thunderdome promete ser, una vez más, un evento para recordar en la escena hardcore. Y esperamos que así sea por muchos años más…

3, 2, 1…go! Hardcore will never die!

Celia Laría
Raver & Festival girl 24h/7d. En mis ratos libres dicen que soy farmacéutica hospitalaria. Un compañero de trabajo me dijo una vez que era como un colibrí. Ahora lo entiendo: mis latidos van a +150 bpm.