Más de 12.000 personas disfrutaron del mejor sonido remember
Si por algo se caracteriza el madrileño DJ Nano es por su gran carisma y su energía en cabina, algo que le ha llevado a tener una gran legión de fans que le han acompañado a lo largo de su abultada carrera musical. Además, en todos estos años ha demostrado una gran versatilidad, adaptándose a la corriente musical del momento, hecho que le ha llevado desde la música remember en la época de las ‘cantaditas’ al EDM actual.
Si nos quedamos con su faceta remember (la más conocida por el público veterano) hay algo por lo que se caracteriza y que a tanta gente arrastra, y es su famosa fiesta Oro Viejo. Relanzada por el festival madrileño A Summer Story hace ya tres años incluyéndola en todas sus ediciones, DJ Nano decidió hacerla única y en gran formato el pasado año, cuando celebró su primera edición en el famoso pabellón multiusos IFEMA, situado estratégicamente en una de las mejores zonas de la capital, con los mejores accesos de transporte para una asistencia mucho más cómoda por parte del público.
Fue tal el éxito de ‘Oro Viejo Emoción’ que el artista decidió repetirla a lo grande, esta vez en formato ‘The Big Show’, con una puesta en escena bastante mejorada y, en definitiva, espectacular. Si ya de por si el escenario lucía formidable con un total de 6 pantallas LED y un sonido imponente, la producción se volcó en sorprender con algo nuevo, y así lo hizo. En ciertas partes del espectáculo, la música y las visuales se pararon para levantar sobre la cabina una estructura cilíndrica de tela transparente sobre la que se proyectaron hologramas como si de un EPIC (Eric Prydz) se tratase.
Ante este despliegue de medios nada podía salir mal, y el público asistente, nada más y nada menos que superando la cifra de las 12.000 personas, disfrutó de 8 intensas horas del mejor DJ Nano, que recorrió en tal cantidad de tiempo un gran espectro de géneros musicales. Comenzando con música disco de los años 80 – 90, el madrileño sorprendió con techno-pop, dance, progressive, acid house, trance, hardcore o las imprescindibles ‘cantaditas’, cuyos coros por parte del público resonaron en todo el pabellón. Todo un repaso a la música de baile de nuestro país donde pudimos ver como el carismático artista pinchaba grandes himnos y hacía referencia a las míticas salas españolas que la gran mayoría de los asistentes disfrutaron hace ya bastantes años.
Todo esto con un gran equipo artístico detrás capitaneado por Disorder Events y con la colaboración de Fluge Entertainment en el montaje y visuales, y Hermanos Toro y Planet Events en la logística. Un gran grupo que ha demostrado con creces que todavía se pueden hacer grandes eventos en España.
¿Volveremos a vivir esto al año que viene? Estoy convencido de que si. Y a todos los que estuvisteis allí… ¿qué os pareció? ¡Nos vemos en la próxima!
