Kevin Parker se apoderó de la cabina de la Sala Apolo horas después de su actuación en el Primavera Sound

No todo el mundo fue tan rápido ni tuvo la suerte de poder hacerse con sus entradas para uno de los festivales nacionales más aclamados del año: el Primavera Sound. Aún así, un pequeño milagro surgió gracias al equipo de Nitsa Club, pues convencieron a uno de los headliners del macroevento barcelonés para que hiciera una parada extra en su fiesta. Estamos hablando de Kevin Parker, también conocido como Tame Impala, que bajo su nombre de pila se marcó un inusual DJ Set que ha sido la envidia del mundo entero.

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El anuncio del australiano fue una doble sorpresa. Por un lado, debió haber actuado en la Sala Apolo la semana anterior (después de su show en el weekend 1 del Primavera Sound), pero por problemas de salud tuvo que cancelar su sesión. Cuando ya se daba por perdida la oportunidad de verlo fuera del festival, una semana después Nitsa soltó el bombazo sin apenas antelación de que, esta vez sí, Kevin Parker pincharía en su fiesta. Y ahí empezó todo.

Ya en sábado noche, subimos directamente las escaleras de la mítica sala catalana para dejarnos seducir por los primeros bombos de la noche, que nos indicaban cuál es la seña de identidad de Poly-Rythmo Club, anfitriones de la velada. El warm-up de T. Modet sentó las bases de la noche, con ritmos tribales y grooves africanos que fueron hipnotizando cual encantador de serpientes a todo aquel que entró en la sala. Y de repente, con la sala luciendo llena, se despertó un griterío que solo podía significar una cosa: el invitado ya llegó.

Kevin Parker tomó el relevo con una pista en movimiento. Estábamos ante un momento histórico, pues un artista de la talla de Tame Impala no suele hacer este tipo de actuaciones, por lo que toda la sala estaba expectante de ver cómo se las gasta el australiano. Con mucha elegancia, se adaptó en el primer tramo de su set siguiendo el hilo musical que le precedió, sumando poco a poco tintes más disco que ayudaron a hacer una transición muy natural hacia su hábitat natural.

Hablando de transiciones, podemos decir que Kevin pasa poco tiempo pinchando con las CDJs, pues en más de una ocasión se le vio algo falto de práctica entre mezclas. Aún así, sus carencias técnicas las compensó con su buen gusto musical. Su selección de tracks fueron marcando un crescendo de bombos hechos para clubes hacia algunos crowd-pleasers como el ‘Gimme Gimme Gimme‘ de ABBA –que estará hasta en la sopa este verano, ya avisamos de antemano– o algunos de sus éxitos como ‘The Less I Know The Better. Sin duda, los dos momentazos de la noche.

Concluyendo la velada, Virginie y Sonido Tupinamba se apoderaron de los platos después de abrir también la misma jornada. Ya con un bpm más elevado y en clave de disco house, se encargaron de gastar las fuerzas de aquellos que se quedaron hasta la apertura de luces. Con mucha diversión y un buen rollo que saltaba a la vista dentro de la cabina, despidieron una jornada mágica de esas que quedan para la posteridad.

El ambiente era tan amigable y agradable que hasta se pudo ver al propio Kevin disfrutando del resto de la noche desde la pista con una Estrella Damm en mano. Una de esas imágenes que reflejan el buen hacer y cariño de los organizadores, creando atmósferas y fiestas que enamoran a todo aquel que las vive.