Ante una escena de eventos y propuestas en Madrid que podríamos empezar a catalogar (muchos ya lo hacen) como casi saturada, había un festival que lucía realmente interesante en este mes de mayo al que damos carpetazo esta misma semana. Space Of Sound y los chicos de LAB theClub hacían las maletas para desplazarse a la Cubierta de Leganés, un recinto cada vez más y más ligado a eventos de música electrónica. La producción diseñada especialmente para este venue fue el primer hecho que llamaba la atención de la interesante y novedosa edición ‘The 360‘ que Space había preparado para este evento de mediano formato. Muchas luces, alguna sombra, pero ante todo una propuesta arriesgada y fresca en el panorama actual.
Space Of Sound sujetaba la viabilidad de este proyecto en dos pilares principales: Un muy interesante line-up y una producción novedosa y nunca antes vista. Al menos en España. Desde luego que en estos dos puntos no fallaron. La cabina giratoria llamó la atención de los asistentes, los djs y el propio personal. Los artistas fueron desfilando por una tarima casi al nivel del suelo que giraba sobre si misma de una manera que a ratos parecía aleatoria y en otros momentos perfectamente programada. Si bien es verdad que djs como Mathame, Luciano y Jamie Jones no se apuntaron a esta atracción, y sus sets se realizaron en puntos fijos y sin rotación, otros sets como el de James Hype (para mi, el mejor de la noche) fueron realmente hipnotizantes gracias a esta curiosa producción.

Evidentemente desconocemos las pretensiones y los objetivos de Space con este evento, pero sí que podemos asegurar que para el espacio que se había habilitado la entrada fue correcta y cumplió con lo esperado. Una pista espaciosa y la amplia grada, hicieron que el evento fuera perfecto para los que buscan un buen ambiente pero si llegar a sufrir aglomeraciones. El público, cuanto menos variado, recorría todo tipo de edades y tendencias, también con una amplia presencia de extranjeros. El ambiente fue estupendo y los asistentes disfrutaron de lo lindo. La variedad y reconocimiento del elenco de artistas, ayudaba para ello, y es que el aspecto musical fue seguramente lo mejor de la noche.
Llegamos al tiempo que Mathame tomaba la tensión de la Nueva Cubierta con un set muy correcto en la línea de lo habitual en el dúo. Fue un gustazo volver a escuchar ‘Nothing Around Us‘ de nuevo en directo, ya que en los últimos sets que habíamos presenciado de los italianos no había sonado. La sorpresa de la noche vino a continuación con Wax Motif. Sorpresa para muchos, pero desde luego no para nosotros. La calidad y el buen gusto en cabina de Wax es increíble, y 60 minutos de set se hicieron cortos a base de ritmos latinos, vocales muy conocidas y tech-house de lo más divertido. La ambientación y los actores de SPS salieron a la palestra durante este set demostrando también el factor diferencial de este festival.
Si Wax Motif fue la revolución de la noche, James Hype realizó el set más completo. Enérgico como siempre, participativo y constantemente interactuando con el público y la ampliamente demostrada skill con los CDJ fueron más que suficientes para que su sesión fuera muy pero que muy completa. Desde luego, Hype tiene un estilo propio (que entendemos que a muchos no acabe de encajar) pero que deja huella allá a donde va. Tras una notable actuación de la maravillosa e infravalorada Manda Moor, llegó el b2b de Luciano y Jamie Jones. He de decir que este set no acabó de entusiasmarme y quizá eché en falta un poco más de conexión entre los dos djs en cabina, pero sin duda musicalmente cumplió con creces con lo esperado de dos absolutas leyendas de las cabinas a los que ver juntos es realmente difícil y exclusivo.

Las últimas horas de la noche estuvieron marcadas lamentablemente por un pequeño problema técnico con el transformador que provocó el parón de la música durante unos 20 minutos. Tras contactar con el equipo de Space nos ha quedado claro que fue un problema totalmente ajeno al recinto y a la sesión. Lo que no cabe duda es que la noche se enfrió un poco a partir de ese momento, aunque ni mucho menos empañó una gran noche de baile en Leganés.
Podríamos decir que Space The 360 cumplió con lo que prometió y pocos o ninguno de los asistentes podrá decir que la experiencia fue negativa. Es verdad que este recinto es realmente complicado, alejado del centro de la capital y con obvias dificultades a nivel producción y sonido. Tampoco creo que sea un secreto decir que Space, echando la vista atrás, quizá hubiera tomado alguna decisión diferente a lo que vimos el sábado, pero no cabe duda que la promotora ha sabido en esta ocasión sobreponerse a las complicaciones y firmar un notable alto en el cómputo global de un festival que esperamos que puedan repetir pronto.