El sello londinense regresa más de seis años después a la capital y lo hace estrenando un nuevo espacio que convenció en lo sonoro pero no tanto en la producción y organización
En 2014, dos veinteañeros londinenses apasionados por la música electrónica, Michael y David, decidieron montar una fiesta con la visión de crear un espacio underground donde la música y la pista de baile fueran los únicos protagonistas. Michael Bibi y PAWSA, como empezarían a ser conocidos poco después, dieron vida a Solid Grooves, un proyecto que arrancó en sótanos y pequeños clubes de la capital británica. Frente al exceso y la pompa que ya comenzaba a verse en la escena, su propuesta apostaba por la simplicidad, la atmósfera íntima y los sets largos, características que se convertirían en la marca del sello antes incluso de dar el salto a Ibiza.
Sin embargo, el salto a la isla blanca fue el gran punto de inflexión. Primero Vista Club, luego Sankeys, y desde 2019, DC-10 como casa definitiva. Allí, bajo la temática del Casino Motel, combinando nombres tan consolidados como Jamie Jones o Hot Since 82 con jóvenes en ascenso como Beltran o Josh Baker, Solid Grooves se ha consolidado como una de las fiestas más demandadas de Ibiza. Semana tras semana, llenando la sala hasta colgar el cartel de sold out, defendiendo un sonido que huye del VIP y reivindica la cultura club más pura.
Quién iba a decirles a aquellos dos chavales hace once años que, entre otros muchos logros, reunirían a unas 10.000 personas en un campus universitario de la capital de España. Y es que este pasado sábado, el campo de rugby de la Universidad Autónoma de Madrid se estrenó como recinto para un evento musical de esta magnitud. Un debut que, si bien tuvo algunos detalles discutibles, dejó una buena impresión y demostró el potencial del sello en la capital.

En cuanto al nuevo recinto, mucho que comentar. Cualquier promotor que quiere realizar un macro-evento en Madrid tiene hoy en día un problema importante, sobre todo si busca el formato open air. La escasez de recintos y la exigencia de administraciones y vecinos hacen que no sea para nada extraño que cada vez más y más propuestas se vayan al extrarradio. Solid Grooves y otras marcas han tenido que hacer esto este mes de septiembre, y la verdad que esta nueva propuesta nos dejó algo fríos. La organización se esforzó en potenciar el uso del transporte público, pero los festivaleros son soberanos y la gran mayoría de asistentes se acercaron a la UAM en coche propio, taxi o VTC. Los accesos y sobre todo la salida fue un tanto incómoda. Falta de señalización y falta de trabajadores con información, y esto último es un habitual en este tipo de eventos.
Dentro del espacio, Solid Grooves nos propuso para este festival una producción minimalista que pudo no ser suficiente para muchos pero que suponemos es lo que buscaba una marca que tampoco se caracteriza por grandes despliegues escénicos. El sonido, más que suficiente, en este caso no tuvo problemas de decibelios. Y por último, los servicios del recinto, al límite. Momentos de esperas demasiado largas en barras, baños ligeramente retirados de la pista de baile y, en general, una sensación de que casi todo se podría haber hecho mejor o con más cariño y planificación. Sea como sea, y vaya por delante: no fue en absoluto un mal producto ni una mala propuesta, simplemente un experimento en un nuevo espacio que necesita mejorar y seguro lo hará.
Pero volviendo a la música, la jornada comenzó con el support de la joven neerlandesa Joëlla Jackson, a la que siguieron los británicos Rossko y Wheats en formato B2B. Tres artistas que evidentemente han estado presentes en algunas de las citas de la marca londinense esta temporada en DC-10 y que representan el futuro de la escena tech house.
Tras ellos, llegaba la hora de Miguelle & Tons. De 18:30 a 20:00, los venezolanos, dueños del sello Two and a Half Cats, presentaron su house minimalista, con esa percusión que deja ver sus orígenes latinoamericanos y unos vocales que le dan un toque cálido, casi sensual, a la música. El set incluyó temas como su hit ‘La Pista es Mía’ y, en general, pudimos disfrutar de un sonido que encajaba a la perfección con el bonito atardecer que empezaba a colarse sobre el campus de la Autónoma y que hizo el set aún más disfrutable.
Y quién mejor para cerrar ese atardecer que uno de los hombres del momento en el panorama del tech house actual, Toman. El holandés ofreció un set al que es complicado encontrarle defectos: llevó al público exactamente donde quiso, manteniendo el groove en todo momento, navegando a la perfección entre el deep tech, el minimal y el tech más puro. Todo ello, usando también temas de su propia discografía tales como ‘Seguimos’ o, cómo no, su muy sonado ‘Verano En NY’. Una hora y media en la que no pudimos parar de bailar mientras finalmente caía la noche y la expectación por el último set iba en aumento.
Y es que era el momento del triple B2B, o «The B3B«, como lo han denominado desde la misma casa discográfica. Una unión de Michael Bibi y PAWSA, padres del sello, con nuestro Dennis Cruz, que regresaba por todo lo alto a la ciudad que lo vio nacer. Una tríada que nació en 2019 en Ibiza y que, hasta ahora, se había unido en siete ocasiones en total entre la isla, Londres, Miami, y este mismo año, en Barcelona. Ahora era el turno de Madrid, que ya aguardaba con ansia las tres horas de sesión de estas tres leyendas del groove.
El resultado fueron 180 minutos en los que, sin necesidad de mirar a la cabina, se podía intuir quién estaba seleccionando cada track. Cada uno imprimió su personalidad, pero siempre dentro de la coherencia y cohesión que se le pide a un DJ set. También fueron tres horas en las que sonó de todo: desde el house más clásico y funky hasta el tech house más rítmico, pasando por el disco y por percusiones más tribales. Pudimos escuchar joyas del pasado como ‘The Party’ de Kraze o ‘Be Thankful’ de Jamie Lewis y Michelle Weeks, otras perlas de este siglo renovadas, como el remix de FEZZO y Cloonee de la célebre ‘Kids’ de MGMT y, por supuesto, hits de los propios DJs como ‘BANG BANG’, ‘Lemonade’, o ‘Bonito’. Pero si hubo un instante épico, sin duda fue el cierre: PAWSA puso su divertidísima ‘TOO COOL TO BE CARELESS’ para que después Bibi nos dejase los pelos de punta con su remix de ‘Sungazing’ y, por último, Dennis Cruz llevase a todos los presentes al éxtasis colectivo con el clásico de Ultra Naté, ‘Free’. Un viaje musical en el que el denominador común fue el baile y, como no podía ser de otra manera, el groove.
Con todo esto, Solid Grooves se consolida también en España y en Madrid como una de las marcas más relevantes y musicalmente divertidas de la escena global. Un proyecto que ha sabido madurar y crecer, pero que sobre todo ha mantenido y perfeccionado una firme línea musical que lo ha traído hasta aquí. ¿Volverá Solid Grooves a Madrid pronto? ¿Con qué otros grandes eventos nos sorprenderá la capital estos próximos meses?