Tras su edición especial con motivo del IMS del 26 de abril, Pyramid vuelve a la carga en su hogar, Amnesia Ibiza, con su lema por bandera: apreciar el pasado, vivir el presente y bailar hacia el futuro

Al pensar en Amnesia Ibiza a muchos se les viene a la mente Pyramid y no es para menos pues se trata de una de sus fiestas más exitosas, auténticas y reconocidas, que crea en los clubbers un ambiente de comunidad enfocado en el techno y en el underground. Esta apertura, celebrada el 9 de junio, reunió a un elenco de artistas de primer nivel. En su ya tradicional horario 23:00-06:00 dio tiempo a multitud de acontecimientos que os vamos a resumir en las próximas líneas.

Dan Andrei le daba al play en una Terraza que se empezaba a poblar tímidamente, optando por un set con tintes divertidos de techno suave y melódico. El longevo residente Mar-T (a los platos desde 1999 y ganador del Mejor Residente del Año en 2011 por los Ibiza DJ Awards), creó una atmósfera inmersiva a base de tech house, techno y progressive techno para recibir a la tercera y última actuación de la noche: el B2B entre Ricardo Villalobos y Nina Kraviz.


Esta improvista pero ya afianzada alianza es valor seguro de éxito, y así lo fue durante una jornada más. El dúo nos guió a lo largo de una aventura musical más experimental de lo habitual, con tracks de todos los colores y sabores y muchas subidas y bajadas entre groove y techno a lo largo de sus varias horas de set, sin llegar nunca a picos máximos de BPM, manteniendo un estilo algo más sosegado y demostrando la excelsa experiencia que ambos tienen tras la mesa de mezclas.

Las cosas fueron más intensas en la Main Room, donde primó el techno a mayor velocidad desde primera hora, con Katnada y Onyvaa abriendo la veda entre triángulos luminosos que subían y bajaban del techo, mucho CO2 y lásers por doquier, así como un intenso inicio a ritmo de jungle. Deborah de Luca, una de las estrellas de la noche rebajó la intensidad con un set contundentemente lineal muy centrado en las melodías y las vocales, tratando de despertar un sentimiento pasional entre los presentes (algo que creemos que consiguió), y el dúo formado Lilly Palmer en compañía de Alan Fitzpatrick en formato B2B, le devolvió a la sala la contundencia prevista mediante techno e industrial hasta el cierre del club para gran júbilo de los allí presentes.

La producción, como es ya habitual en el club de la carretera de Ibiza a Sant Antoni no defraudó. Triángulos gigantes en La Terraza y luminosos en la Main Room, visuales minimalistas para enfocar al público en la música, y un despliegue lumínico sin precedentes entre cabezas móviles, cegadoras y lásers. Sin duda toda una experiencia con la capacidad de teletransportarnos a dos ambientes diferentes saltando entre ambas salas. Si quieres vivir con tus propias carnes la magia de Pyramid podrás hacerlo cada domingo hasta el 6 octubre. Nosotros, sin dudarlo ni un segundo, te recomendamos sumergirte en esta aventura sin igual.