El evento organizado por Art of Dance y Q-Dance se alió con las marcas más importantes del hardcore para su última edición y el resultado fue memorable. Dos días de celebración de una escena y una cultura que atraviesan su mejor momento. Chandals Australian, gabbers y muy buena música a todas horas. Además, por supuesto, de una producción del más alto nivel. Te lo contamos.
Menuda edición del Dominator hemos vivido este pasado fin de semana. Para quien escribe, que ya lleva tres, pudo ser perfectamente la mejor. Lo primero, y lo más importante, la música. Esta ha sido, sin duda, la edición con mejor música, y no solo porque a nivel de escena estemos entrando en un periodo mejor del que salimos, si no por decisiones organizativas. Que tu festival lo cierre The Supreme Team (Angerfist, Outblast, Tha Playah y Evil Activities) en lugar del último act de moda de uptempo, es decisión de la organización. Que en los hostings partners (las marcas que invitaron a sus escenarios) traigas mucha variedad de estilos, es decisión organizativa.
Y es que veníamos de unos años en la escena en los que, salvo escenarios temáticos, la variedad brillaba por su ausencia. Aquí, fue una verdadera gozada poder saltar entre marcas (y géneros) durante todo el día. Empezar el sábado con el frenchcore de Mr. Ivex, pasar a Thunderdome para escuchar a Furyan, más experimental y lento, abrir el mainstage con Angerfist y correr a bailar el early de Ruffneck en A Nightmare in Rotterdam es una experiencia que pocos festivales pueden darte. Y sí, es cierto que también tendríamos variedad de géneros sin las marcas, pero el hecho de tenerlas le daba un aura única, cómo si los djs sintieran más orgullo de estar allí.

Ya hablamos de los hostings en este artículo previo en cuanto se anunció, porque sabíamos que iba a ser el factor diferenciador, y lo fue. Una colaboración histórica, con marcas de fuera del grupo Art of Dance e incluso de ID&T (la empresa matriz de esta y otras marcas del género como Q-dance y B2S). Una unión de la escena sin precedentes, que habla del buen momento que atraviesa y de que el hardcore es una de las comunidades con más espíritu de grupo de la electrónica.
Y otro factor diferenciador, los sets especiales. No siempre se cumplen 20 años y la celebración no se quedó corta. Que tu mainstage lo abra Angerfist es un hito, pero que luego le sigan B2B con Neophite, MissK8 y Deadly Guns… habla por si solo. Los sets de The Uprise (2005-2015), por Art of Fighters y Nosferatu con el mejor millennium y Nation of Domination (2015-2025) por Mad Dog y N-Vitral fueron un carrusel de emociones y todo un recorrido por la historia de esta música. Verdaderamente se sentía que cada set era especial y tanto artistas como público tenían la sensación de estar asistiendo a unas de las mejores ediciones de la historia del festival.
Y antes de hablar más de música, tenemos que comentar el que es otro de los factores diferenciadores de este festival. El recinto y el camping. El recinto del festival es simplemente perfecto, con el tamaño ideal para los que nos gusta saltar de un stage a otro durante todo el día. Poder aprovechar al máximo un line up como este es una gozada. A pesar de estar sold out, nunca se estaba apretado y podías bailar sin agobios, incluso en los sets mas demandados. Además, la organización dispuso la distribución de los escenarios por zonas según afinidad de géneros, un detalle a valorar mucho. Y el sonido, claro, buen sonido en general, independientemente de lo grande o pequeño del stage.
Y luego, el camping. Encomiable que un festival que era solo de un día hasta hace tres ediciones monte ahora uno de los mejores campings de Holanda. Servicios de primer nivel, distancia a la entrada muy aceptable y, si eres madrugador, la posibilidad de plantar tu tienda en la orilla del mismo lago que baña al festival. Despertarse, darse un bañito en el lago del E3, y ver al otro lado los escenarios donde vas a bailar todo el día es una sensación increíble. Además, nos encanta que la duración sean dos días. Lo suficiente para perderte en la fantasía del festival y olvidarte del mundo exterior pero suficiente para volver a casa el domingo sin desear cortarte las piernas. No hay tantos eventos de dos días y la verdad, nos encanta.
Y hablemos de la atmósfera. El público del hardcore, es, general, un público muy decente, y lo comprobamos festival tras festival. Aquí, además de asistentes de Holanda tuvimos mucho visitante de España, Italia y Francia. Una mezcla muy divertida y que hacía de pasear por el recinto una aventura. Ver a Españoles bailando streetfight al lado de holandeses haciendo hakken y de italianos bailando de esa manera suya tan peculiar y estrambótica es de documental de TVE. Distintas especies de hardcoretas unidos por la música.
Así que sí, muy buenas vibras en general, y podemos decir orgullosos que el público del hardcore es uno de los más pasionales de la electrónica, pero también uno con los códigos de la fiesta bien aprendidos. Se nota y mucho cuando el visitante es eso, un visitante más que un raver, y aquí, afortunadamente, ya hay muchas fiestas a la espalda. Incluso el público del mainstage era decente, un rara avis en los eventos de gran formato.

Y para terminar, la música. Vivimos tantos sets y tan buenos que vamos a destacar solo los que más nos gustaron para no estar escribiendo hasta mañana. El Viernes teníamos cinco escenarios abiertos, y nos pasamos el día entre el mainstage y el early de Multigroove. Dejábamos el uptempo de BKJN y Triple 6 para los más valientes. Abríamos la jornada con Detest VS Invade, que nos encanta. Uno de los talentos, Invade, a quien más le tenemos echado el ojo ahora mismo. Después, muy divertido set de Darkraver VS Predator, en el que fue su primer set juntos, a pesar de llevar más de 20 años en la escena. Histórico. Y, tras un buen set de Hysta en el mainstage (nos encanta cómo mezcla géneros esta artista, entendiendo perfectamente el momento actual), pasábamos a los mejores sets del día.
Promo vs Ruffneck, en una masterclass de mezcla pero sobre todo, de buen rollo en cabina. Mucha química entre ambos y momentos divertidos que, gracias al pequeño formato del escenario de Multigroove, dieron al set un aura familiar muy auténtica. Depués, el mejor set del día, y top 3 del finde, a cargo del maestro Panic. Bailongo, con ritmo y con una mezcla de estilos perfecta. Imposible aburrirse. Y para terminar el viaje, volvimos al mainstage para el endshow de Masters of Hardcore. Todo un despliegue de fuegos, láseres y efectos que, junto a un tracklist variado, hicieron las delicias de todos. Mejor, difícil.
Y el sábado, qué decir. Tuvimos tantas coincidencias en los horarios que hubo que hacer sacrificios dramáticos. Abrimos el día con Furyan y su álbum Mysteries of Creation, millennium y downtempo experimental, para luego abrir el mainstage con Angerfist y después su VS con Neophite. A partir de ahí, el delirio. Nos pasamos por el stage de A Nightmare in Rotterdam para el especial 90 minutes of Nightmare con Paul Elstak y Panic y también aquí el showcase de Dogfight Records classics, el sello de Mad Dog, mezclado por Anime y Noize Suppressor. Además, el set de Endymion, siempre confiables si quieres buen millennium. En el escenario de Thunderdome, fuimos a ver a Ophidian, que nos regaló una primera media hora de industrial y un final con sus mejores clásicos. Un poco enfadado aquí, porque no sonaron temas de Thunderdome Records como ‘Theory of Nothing’, ‘Summer Storm’ o ‘Your Mind’, obras de arte
Vimos los sets especiales del mainstage, claro. The Uprise y Nation of Domination, que ya hemos mencionado antes, y también un poco de frenchcore. Mr. Ivex, The Sickest Squad 20 years y el Sefa & Dr. Peacock Frenchcore Worlwide classics. Tuvimos que saltar de un lado a otro, pero que remedio. Y para terminar el día, el cierre de Old School Gangsters con Predator VS Painbringer y por supuesto, The Supreme team en el mainstage, con un endshow que fue toda una fiesta de fuegos artificales, luces y láseres y la famosa llamarada del Dominator, que impresiona y mucho en directo.
Y eso fue todo. Sin duda, uno de los mejores festivales del año, y por muchos motivos. Si has llegado hasta aquí, espero haberte despertado las ganas de venir en 2026. Si es así mándate un mensaje, que nos vemos allí.