El jueves del ADE nos llevó a uno de los espacios más curiosos de la semana: un parking convertido en pista de baile. Audio Obscura, en colaboración con Hangar, volvió a demostrar por qué sus eventos son siempre una experiencia distinta, esta vez con un cartel centrado en el hardhouse y trance y los sonidos con más energía del momento.


Que bien lo pasamos el jueves de ADE con Audio Obscura. La competencia de eventos ese día era feroz, pero no pudimos resistirnos a este cartel. Odymel, Lammer b2b Kyle Starkey, Newtone… nos encanta que en Amsterdam se esté apostando tantísimo por estos sonidos (y los sold out tan temprano en todas las fiestas prueban que es un acierto). Pero además, teníamos mucha curiosad por ver la RawFactory, la venue en las oficinas de la marca G-Star Raw, así que allí nos fuimos. Te lo contamos.

Una localización peculiar y brillante

No todos los días bailas en el parking de unas oficinas, pero así fue. Audio Obscura se adueño del garaje de G-Star RAW, transformando un lugar completamente mundano en una rave con alma propia. El escenario estaba en la planta baja y, desde la parte de atrás, se accedía a la rampa del parking por la que podías subir a una zona superior con barras, lockers y un ambiente más relajado. Ese paseo fue quizá, nuestro momento favorito. Envueltos en humo y luces de neon parpadeantes, caminar por ese lugar era una experiencia en sí misma. Peculiarmente vacío (parecía que no mucha gente sabía que existía ese camino), el lugar emanaba paz y misterio dentro del bullicio general, porque la música aún se oía a través de los altavoces. Una ambientación totalmente inmersiva que disfrutamos mucho.

Y es que, sí, lo mejor era poder moverte libremente por detrás del DJ, con una vista diferente del show y un sonido que seguía siendo impecable. Además del backstage, que también estaba detrás, el público general podía ubicarse también aquí, dando a la venue un peculiar toque de boiler room que nos encantó. La iluminación, por supuesto, estaba muy bien pensada: luces estroboscópicas, paneles de formas abstractas y una ambientación que convertía el cemento y las columnas en parte del espectáculo. Sin necesidad de grandes pantallas ni efectos, el sitio tenía ese encanto de evento secreto y de rave clandestina.


Un sonido más oscuro de lo esperado

Si, tuvimos un sonido menos baile rosa de lo esperado. El cartel prometía melodías eufóricas y energía trancera con Odymel, Lammer b2b Kyle Starkey o Miamor, pero quizá la venue marcó otra dirección. Es posible que el parking, con techos bajos y aire industrial, empujara a los artistas hacia sets algo más oscuros, con más groove y algo menos melódico de lo habitual. Odymel, por ejemplo, firmó un set más contundente de lo que suele hacer, dejando de lado parte de su sonido más happy trance para adaptarse al espacio. Y Lo mismo con el resto. Sesiones con más ritmo, más densidad, y un punto techno que. por otra parte, encajó sorprendentemente bien.


Atmósfera, producción y sonido

El ambiente, como en la mayoría de veces en Holanda, fue muy bueno, aunque algo más tranquilo que en otros eventos del ADE. Se notaba que la mayoría de público era holandés (no en vano Audio Obscura es una productora de Amsterdam), y el público local que disfruta de este tipo de propuestas valora más la experiencia que el desfase. Así que en general, buen rollo, gente disfrutando, y mucho respeto por la música. Y es que la cultura por la música electrónica que se respira en esta ciudad no es fácil de encontrar en otros lugares.

Respecto al sonido, para ser un parking, todo sonó mejor de lo que podíamos imaginar. Algo más compacto, claro, por la baja altura del techo, pero equilibrado y potente, sobre todo detrás de la cabina, donde se escuchaba impecable (y donde pasamos la mayor parte del día).
Y, como ya hemos comentando, la ambientación nos encantó. Te hacía sentir dentro de algo diferente. Pasear entre las columnas, con el humo, los flashes y la música sonando en todas partes, era casi hipnótico. Una de esas experiencias que solo el ADE puede ofrecer.

Así que si, Audio Obscura volvió a dar una lección de creatividad. Transformaron un simple garaje en un evento con personalidad, manteniendo su sello de siempre: espacios inusuales, buena música y una identidad muy cuidada.
Un jueves distinto, original y con un cartel que funcionó de principio a fin. En un ADE lleno de clubs y warehouses, esta rave en el parking de G-Star RAW fue, sin duda, una de las más memorables.

Jesus Agui
Aqui hablando de Hardcore. Sobre todo Early y Millennium, pero toda la música electrónica es bella. Vivo en Amsterdam, la mejor ciudad del mundo. Echo de menos el cocido madrileño.