Si alguna vez has querido adquirir música electrónica, seguro que has oído hablar de Beatport, la plataforma líder en venta de música electrónica. Esto se debe en parte a la gran cantidad de repertorio y clasificación que tiene, pero no es oro todo lo que reluce… No obstante, antes de entrar en materia es necesario conocer su historia y sus orígenes.

En los primeros años de la década de 2000, Richie Hawtin y John Acquaviva, reconocidas leyendas del techno y fundadores de sellos influyentes como Plus 8 y Definitive Recordings, lograron destacarse en una época en la que el vinilo prosperaba debido a la escasez de otros medios.

Richie que siempre había tenido un interés por las nuevas tecnologías, vio una clara alternativa al formato analógico; el digital, que con la inserción de los reproductores de CD de la marca Piooner, hacía todo más fácil para que el DJ pudiera transportar la música. Lo único que faltaba era una página web donde poder adquirir esas canciones.


Así fue como en 2004, los dos productores y DJ, junto a un pequeño grupo de inversores, crearon Beatport, la que sería la primera plataforma de compra de música electrónica en formato digital. Para aquella época, publicar ahí era algo muy complicado debido a que tan solo 79 sellos tenían opción y validez de publicar música.

Poco a poco, Beatport fue creciendo debido a la ola de mayor facilidad que tenían los DJ para adquirir temas y transportarlos, además del ahorro de recursos que suponía frente a la compra de tracks en formato vinilo. Finalmente, en 2013, fue vendida a SFX Entertainment a cambio de 50 millones de dólares.

A día de hoy para publicar en la plataforma no es tan complicado como en antaño, ya que tan solo hay un requisito: Tener un intermediario que te publique tus temas, es decir, tú como persona física no puedes publicar directamente, sino que tienes que hacerlo a través de una compañía discográfica. Como es lógico, el objetivo es vender el mayor número de copias posibles e intentar llegar a lo que sería el Top 10/ Top 100 de tracks del género de tu canción.


El problema erradica precisamente en el Top. Entrar ahí conlleva muchas cosas, como un aumento de la venta de copias, en la visibilidad de tu producto y tu imagen. Por lo tanto, esto puede acarrear que otros sellos o promotoras se interesen en ti para futuros bolos o álbumes, haciendo que tú como marca ganes mucha más presencia en la industria, ya que este espacio es un escaparate mundial para los artistas.

Todos estos factores provocan que algunos artistas busquen entrar a estos Tops de manera fraudulenta sin respetar la oferta/demanda y buscando triquiñuelas que lo único que provocan son que haya desinformación entre las personas que vayan a adquirir algún track.

Algunas de las trampas más comunes son la compra de servicios que ofrecen algunas páginas que por X cantidad en teoría te meten en el Top 100 o en otro apartado, según lo que adquieras. Otra de las artimañas que se hacen, son la autocompra de los temas que el propio artista saca. Antiguamente, cuando Beatport no lo había regulado, se podían comprar las copias que quisieses de un mismo tema, por lo que eras más fácil. Actualmente, solo se puede comprar una, haciendo que esta práctica sea más difícil; aun así, una práctica frecuente entre muchos artistas es unirse a grupos de WhatsApp, Telegram u otras redes sociales similares. En estos grupos, cuando un productor lanza una nueva canción, los miembros del grupo la compran y, posteriormente, el autor les reembolsa el costo de ese track. Lo que podría parecer que ha sido comprada en multitud de ocasiones cuando realmente no es así.


Estas prácticas ilícitas se llevan haciendo muchos años y no solamente los artistas o productoras de perfil más bajo las realizan, también los grandes lo realizan. En 2014, Beatport hizo una lista de tramposos donde pillaron a sellos como Ultra o Big Beat Records y artistas del talante de Martin Garrix, David Guetta o Armin van Buuren, que entre otros, fueron algunos de los cazados.

Por último, llegamos a una de las prácticas más habituales y que más desprestigian y contribuyen a la desinformación que produce esta página. Aparte de realizar lo anteriormente mencionado, esto se suma a poner tu composición en un género musical que no corresponde para tener más posibilidades de entrar al top, dado que posiblemente para llegar en ese estilo musical se necesiten vender menos copias que en lo que correspondería con el género de tu tema.

El primer ejemplo lo podemos encontrar en el Top 1 de psytrance, High Srteet (Astrix Remix) de Charlotte De Witte, canción que evidentemente no pertenece a este género. Puede tener toques de psycohedelic trance, pero desde luego no lo es.


El segundo ejemplo nos lo encontramos en la rama hard dance/hardcore, donde en el top 1 y top 2 nos encontramos a It’s That Time de
Marlon Hoffstadt y DJ Daddy Trance, track de neorave, esta nueva corriente que está dentro del hard techno y Dark Side de KX CHR, canción de hard techno industrial con bajos de psytrance.


Las siguientes composiciones están clasificadas como hard techno, algo que teóricamente debería ser, pero nos encontramos con canciones de rawstyle, frenchcore o techno que aparte de que claramente no son de ese estilo, en algunos de ellos sus BPM son mucho más bajos que lo que se considera hard techno.


Este es el gran problema de la desinformación que hay en Beatport, según como está la escena musical de hoy en día, no se puede hacer una subdivisión tan pobre de géneros. El hard techno, uno de los estilos más populares de la actualidad, ha ido evolucionando y creando nuevos subgéneros dentro de esa rama que son muy distintos unos de otro. Por eso mismo, no se puede tener solo una categoría que se llame hard techno, porque confundes al público que se piensa que todo es lo mismo cuando no es así.

Este mismo ejemplo se puede aplicar al techno. Hoy en día el groove está reinando esta corriente, ya sea groovy techno, hardgroove o tool techno, pero tan solo hay que ver el top 10 de techno (Raw / Deep / Hypnotic). En la sección que debería albergar raw, deep o hypnotic techno, nos encontramos con que la mayoría de las canciones tienden más hacia una corriente groovera. El nombre del apartado sugiere un estilo específico, pero la realidad es que las pistas predominantes están más enfocadas en el ritmo y el groove que en las características crudas, profundas o hipnóticas asociadas comúnmente a estos géneros.


Es importante saber el peso y la labor que tiene esta plataforma dentro de la industria de la música electrónica y por eso mismo tiene que hacer todo lo que esté en su mano para que la gente que compre en Beatport esté bien informada de qué tipo de música está adquiriendo.

Desarrollan un papel fundamental en la industria musical, facilitando al público y a los DJ la compra de música electrónica de calidad y proporcionando una forma organizada de explorar y descubrir nuevos estilos musicales emergentes. Pero tiene que ser consciente del rol que cumple dentro del gremio, ya que influye directamente en las tendencias y en la evolución de la música electrónica, permitiendo a productores emergentes compartir su trabajo y llegar a audiencias globales sin depender de las estructuras tradicionales. Por eso tiene que andar con pies de plomo para evitar que las prácticas fraudulentas puedan llegar a su página e intentar erradicarlas. También es necesario que haga una completa restructuración de los géneros musicales, desmenuzándolos aún más cada uno de ellos y revisando minuciosamente los tracks que se publican para poder clasificarlos adecuadamente.

Enrique López
Apasionado de la música electrónica y de descubrir nuevos estilos que me conmuevan. No me gusta encasillarme en ningún género, pero, soy amante de todo lo que me haga bailar y me emocione.