Los clubes siguen vacíos, sin colas en la entrada ni partygoers bailando en la pista. Los promotores siguen sin vender espectáculos, las ticketeras sin gestionar entradas y los artistas sin ser aplaudidos al final de cada set. Y mientras esta situación de incertidumbre en el ocio nocturno parece no tener fin, hay algunos que intentan ofrecer experiencias virtuales creativas a todos esos melómanos sedientos de fiesta y buena música, como por ejemplo el Tobacco Dock Virtual Festival o el último streaming de Transmoderna. Mientras que el primero, estrenado a principios de mes con un cartel de primer nivel –Adam Beyer, Skream, East End Dubs, Patrick Topping, Eats Everything, Jaden Tomphson-, te permite recorrer el famoso club londinense con todos y cada uno de los detalles del venue, el segundo reinterpreta digitalmente el museo Fondation Beyeler.
No es la primera vez que el productor alemán, bajo el paraguas de su fiesta Transmoderna ofrece un directo con visuales digitales 3D hechos con tecnología puntera, ya que en abril del año pasado a través del canal de Boiler Room ya nos hizo viajar a un mundo acuático mientras disfrutábamos del set de uno de los artistas más reconocidos en la escena electrónica. Un año más tarde Dixon, Transmoderna, Beatport, Nordstern Basel y la Fondation Beyeler unen fuerzas y nos traen una experiencia en streaming donde el icónico edificio del Museo de Arte Suizo se transforma en una obra de arte hiperrealista.
Que Transmoderna ofrezca este tipo de contenido no es de extrañar, ya que que nació como un concepto de fiesta que busca revolucionar la escena nocturna aplicando la realidad virtual a la vida real y digitalizando la pista de baile. “La comunidad clubbing se ha vuelto muy conservadora, nos hemos apegado a una fórmula que ha estado en vigor durante más de 30 años. Hay un sound system, hay luces, y a veces como mucho, hay un láser show… eso es todo. Ahora tenemos 3D mapping, tenemos realidad aumentada, tenemos hologramas… Hay tanta tecnología nueva que se usa en conciertos, galerías, en tu propio teléfono móvil, pero no en clubes”, explicaba Dixon cuando aparecían los primeros carteles de la residencia de su fiesta en Pacha Ibiza el 2019.
Desde el inicio de la pandemia Dixon y su equipo creativo han buscado oportunidades y creado productos innovadores donde aplicar su manifesto y misión dentro de las posibilidades actuales. En forma de avatar digital, este último streaming Dixon pinchó durante 1 hora en medio de una galería de arte completamente digitalizada donde se fusionaba un entorno 3D ficticio con las obras de arte de la colección Fondation Beyeler -las pinturas de Paul Klee, ‘El pensador’ de Auguste Rodin y las fotografías de Wolfgang Tillmans-, algunas con más de 100 años de antigüedad. La realización del escenario digital la ha producido el equipo creativo de Transmoderna, formado por los artistas expertos en inteligencia artificial Sofia Crespo y Feileacan McCormick, la artista multimedia Sabrina Ratté y el artista digital Aaron Jablonski.
A lo largo del DJ set, las obras de arte y las instalaciones se intercalan con los efectos visuales en sincronización con la música ofreciendo al espectador una experiencia inmersiva alucinante. La música influye en la transformación del espacio -deformaciones, rupturas, cambios bruscos- y actúa como hilo conductor de la visita que te lleva des de el jardín del museo hasta el interior. El resultado es una obra de arte digital donde las piezas de arte e instalaciones se diluyen entre sí al ritmo de un set delicadamente curado que refleja el cosmos musical de Innervisions – el reconocido sello discográfico de Dixon y Âme por el que han pasado artistas de la talla de Henrik Schwarz, Recordite, Marcus Worfull, Trikk o Rampa-. Pues el recorrido virtual por el museo va acompañado de canciones de Echonomist, Object Blue, Oneohtrix Point Never, Interchain, Yanik Park, Roman Flügel o Tzusing, además de algún que otro unreleased de Jimi Jules.
Si te perdiste el streaming no te preocupes, aquí te dejamos el video para que puedas verlo.
