Hay cosas que marcan una juventud en España, y tener pueblo es una de ellas. Las amistades que nacen en las verbenas, las noches de bocatas bajo las luces de feria y esa sensación de comunidad que solo se vive en las fiestas populares. Con esa idea, Ron Barceló decidió este verano crear Villa Ahora, un pueblo efímero para quienes no tienen pueblo… y también para quienes no se pierden ni una fiesta de los suyos.

El pasado 26 de septiembre, más de 1.000 personas se reunieron en una localización secreta a las afueras de Madrid para despedir el verano al estilo más auténtico. Hubo tómbola, orquesta, charanga, toro mecánico, puestos de bocatas y salchipapas, casetas y hasta un pregón de los que hacen historia. Todo lo necesario para vivir la verbena definitiva.

El proyecto nace tras una encuesta realizada por la marca en Instagram, donde participaron más de 3.600 jóvenes. Los resultados lo dejaron claro: nueve de cada diez prefieren las fiestas de pueblo antes que los festivales. Además, el 71 % reconoce acudir a cuatro o más celebraciones cada verano. Villa Ahora nació precisamente para ellos, como un homenaje a esa tradición que sigue marcando el pulso de la juventud española.

El evento también rompió récords de participación, con más de 160.000 registros en la web habilitada para empadronarse en el pueblo efímero de Ron Barceló, convirtiéndose en la campaña de verano más potente de la marca hasta la fecha.

Entre los momentos más memorables destacó el pregón, protagonizado por Roni (CM de @ronbarcelospain y alcalde honorario de Villa Ahora), que apareció sobre un tractor en el balcón del ayuntamiento para dar inicio a la fiesta junto al pregonero oficial, elegido mediante un concurso con más de 300.000 votos. DJs como Dani del Lío o Michenlo amenizaron increíblemente bien la tarde noche de viernes, igual de bien que siempre lo hacen.

Con Villa Ahora, Ron Barceló ha conseguido mucho más que una simple fiesta de fin de verano: ha creado un lugar simbólico que ya muchos consideran “el pueblo en el que todos quieren estar”. La villa se despide hasta el próximo año, con la promesa de regresar en 2026 desde una nueva localización.