El 12 de septiembre de 2025, el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona acogió el único concierto en España de la gira europea de Post Malone, ‘The BIG ASS World Tour’. El artista estadounidense ofreció un espectáculo de casi dos horas, desde las 21:00 hasta las 23:00, que fusionó sus raíces en el rap con su reciente incursión en el country, consolidando su estatus como una de las figuras más versátiles de la música contemporánea. No por nada consigue mantenerse siempre entre el top 20 artistas más escuchados en Spotify.
El Estadi Olímpic Lluís Companys, con una capacidad para más de 55.000 personas, fue el escenario elegido para este evento único en España. Aunque el aforo no se llenó por completo, ya que había partes de las gradas vacías, y en la pista también había margen para más público, el ambiente fue increíble, con fuegos artificiales, pantallas gigantes y efectos visuales que reflejaban la estética de un club de carretera estadounidense con neones.

La noche arrancó con la actuación de Jelly Roll, el rapero y cantante que abrió el espectáculo como telonero. Con su estilo único, que fusiona country, rap y rock, Jelly Roll hizo un excelente trabajo preparando al público para lo que sería una noche épica. Su música, cargada de emotividad y sinceridad, captó rápidamente la atención de los asistentes. Temas como ‘Liar’ y ‘I Am Not Okay’ resonaron en el Estadi Olímpic. Aunque Jelly Roll es un nombre en ascenso, su presencia en el escenario no dejó dudas de que tiene un gran futuro por delante, aunque si es verdad que su público es más estadounidense que español.
A las 21:00 horas, Post Malone hizo su aparición en el escenario, acompañado por un despliegue de luces y fuegos artificiales que marcaron el inicio de su show. Su imagen de cowboy moderno, con cigarro en mano (muchos durante la noche de hecho…) y una cerveza en vaso rojo (también varias), encajaba especialmente bien con la estética de un club de carretera estadounidense, lo que hizo que el ambiente fuera aún más íntimo, a pesar de la magnitud del lugar. En el escenario, rodeado de pantallas gigantes y efectos visuales impresionantes, Austin demostró por qué es uno de los artistas más queridos y versátiles de la música actual.

Durante casi dos horas, Post Malone ofreció un recorrido por su carrera, interpretando algunos de sus mayores éxitos, que fueron recibidos con euforia por el público. Temas como ‘White Iverson’, ‘Better Now‘, ‘Rockstar‘ o ‘Sunflower’ sonaron con fuerza, haciendo vibrar a todos los presentes. En cuanto al resto del repertorio, el setlist fue una mezcla esos temas tan populares, mezclados con un toque especial de su nueva incursión en el country. Además, sorprendió con canciones más melódicas y profundas como ‘I Fall Apart’, ‘Circles’ o ‘Feeling Whitney’, donde mostró una faceta más emocional y vulnerable que conectó aún más con los asistentes.
El público disfrutó de una variedad de canciones que iban desde las más hasta las más lentas y profundas, como las anteriores comentadas, hasta las más bailables y enérgicas. ‘Dead at the Honky Tonk’, es un tema que resume perfectamente la esencia de la mezcla de géneros que ha hecho tan popular al artista y que pudimos escuchar durante el concierto.
Uno de los momentos más especiales de la noche ocurrió cuando Post Malone invitó a un fan a subir al escenario para tocar la guitarra en la interpretación de ‘Stay’. Este tipo de gestos cercanos son característicos del artista, quien siempre ha mostrado una gran conexión con su audiencia. A lo largo del concierto, el cantante se acercó varias veces al borde del escenario para brindar con el público, e incluso sacó una neverita llena de cervezas para regalar entre el público en señal de agradecimiento y para cantar a con vaso en alto su siguiente canción.

El show concluyó con la esperada interpretación de ‘Congratulations’, para la cual se subió a un escenario secundario que había sido montado especialmente para el final del concierto, como el que utilizó en el concierto de Coachella, ofreciendo una experiencia completamente diferente a la del resto del show. Este nuevo escenario era más pequeño y gracias a unos motores, se elevaba en el aire varios metros, siendo visible desde cualquier parte de la pista. Estaba ubicado al fondo del estadio, lo que permitió al artista acercarse aún más al público que se encontraba en las últimas filas. En contraste con el gran escenario principal, este nuevo espacio estaba rodeado por una serie de luces cálidas y focos que creaban un ambiente más íntimo y personal. Al terminar la canción, comenzó un paseo del artista por el centro del estadio hasta volver al principal, dando la mano a los asistentes, muchísimos fuegos artificiales durante el proceso, y unos solos de los componentes de la banda geniales.
En resumen, el concierto de Post Malone en Barcelona fue mucho más que una simple actuación; fue un viaje musical que trascendió géneros y emociones, fusionando el rap, el pop y el country de manera única. Además, la conexión del artista con su público, su energía y la autenticidad que transmite en cada uno de sus shows, hacen de este concierto un referente de lo que significa estar cerca de sus seguidores, sin importar la magnitud del evento. La noche del 12 de septiembre será recordada como uno de los momentos más especiales en la historia musical reciente de Barcelona. Esperamos que vuelva a hacer una parada en nuestro país pronto.
Para los más curiosos, o por si queréis revivirlo, os dejamos aquí la tracklist de las canciones que sonaron en la velada:
‘White Iverson’
‘Better Now’
‘Rockstar’
‘Go Flex’
‘Hollywood’s Bleeding’
‘I Fall Apart’
‘Circles’
‘Pour Me a Drink’
‘Dead at the Honky Tonk’
‘Stay’
‘What Don’t Belong to Me’
‘I Ain’t Coming Back’
‘Feeling Whitney’
‘Losers’ (junto a Jelly Roll)
‘Sunflower’
‘Congratulations’
