Un evento más compacto, dos showcases, diversidad musical y la antesala de un otoño lleno de grandes nombres. Así fue CODE 168.

Después del merecido parón veraniego y tras el despliegue mastodóntico de CODE Summer Festival, que volvió a llevar a la marca a su momento más expansivo en cuanto a número de salas, horas y diversidad musical, el pasado sábado el techno regresó a Fabrik de la mano de CODE. En esta ocasión, la edición 168 apostó por un formato más compacto e íntimo, aunque con un gran nivel musical y que a los más veteranos nos recordó al espíritu de aquellas CODE de antes: con menos multitud, pero quizá más disfrute.

 CODE SUMMER FESTIVAL se supera y realiza uno de los mayores festivales de la historia de Fabrik

Desde primera hora de la tarde las salas secundarias albergaban dos experiencias tan potentes como diferenciadas. La Open Air fue el punto de encuentro de aquellos que buscaban más intensidad, con un showcase de Rave Alert, el sello belga especializado en sonidos duros e industriales que ha conquistado a seguidores de todo el mundo. Por su cabina pasaron artistas como The Jakob SisterX&TRICK o Jezza & Jod.

Por el contrario, la Crystal Room nos presentaba una propuesta totalmente diferente. Allí, Frenzy desplegó un showcase en el que, aunque la energía era igual de intensa, ésta se nos presentaba de modo más accesible y mucho menos cruda. Bajo la dirección de Beau Didier e Isaiah, el label holandés ofreció lo que esperábamos de él: sets muy bailables, frescos, cargados de grooves irresistibles y con un equilibrio perfecto entre potencia y diversión, como los de Frederic. o Obscure Shape. Además, en este punto, no podemos pasar por alto que Fabrik está dando cada vez más protagonismo a esta área. La reciente reforma y un nuevo sistema de sonido han hecho que la Crystal Room gane cada vez mayor peso en la programación, tanto que nos hace preguntarnos si en esta temporada llegará a eclipsar a la Satélite como sala secundaria por excelencia. Habrá que verlo.

Pero, aunque el resto de salas continúan expandiéndose y consolidándose dentro de la cada vez más ambiciosa oferta del club, la Main siempre será la joya de la corona de Fabrik y de CODE; el lugar donde todo cobra verdadera magnitud y que el sábado contó con un invitado de excepción: Luke Slater. El británico, indiscutible referente y maestro del techno, volvió a dejar claro por qué su nombre está escrito con letras mayúsculas en la historia del género. Como de costumbre, Luke nos brindó un set impecable, cargado de elegancia y con un dominio absoluto de los tiempos. No sería justo desmerecer al resto, pero lo cierto es que solo por esto ya mereció la pena ir hasta Humanes.

Tras él llegaba el turno de Yanamaste, que si bien no se trata de un artista veterano, sí se ha ganado a pulso el respeto de la escena y del público en los últimos tiempos. La sesión del georgiano fue la confirmación de que estamos ante un talento en ascenso constante, con un discurso sonoro coherente y con la capacidad de estar más que a la altura de su predecesor. Y eso que el listón ya estaba demasiado alto.

En contraste con lo vivido hasta entonces en la Main, la noche dio un giro de 180 grados con la llegada de Indira Paganotto. Una decisión de programación que, como ya ocurrió este verano en festivales como Monegros o Aquasella, volvió a generar sorpresa. Lo que está claro es que Paganotto es un nombre que divide las aguas: algunos celebran su estilo atrevido y arrollador, mientras que para otros resulta difícil de encajar, especialmente dentro de ciertas narrativas. Subjetividades aparte, lo cierto es que su estilo se alejó totalmente de lo que había ido construyendo en los sets anteriores y, para bien o para mal esto no pasó desapercibido.

Como manda la tradición, la Main se despidió con el icónico closing a cargo de Nuke y César Almena, un ritual que volvió a sellar la comunión entre Fabrik y su público más fiel. Y esto no es más que el preludio de lo que se avecina, ya que nuestras mentes ya están puestas en la esperada trilogía que volverá a ser protagonista un otoño más. Terminamos así CODE 168 con tres citas en el horizonte que suponen todo un golpe en la mesa, encabezadas con tres nombres de pura leyenda como lo son Modeselektor, The Chemical Brothers y Underworld. Una declaración de intenciones en toda regla.

Tanto los abonos como las entradas individuales de estas próximas fechas ya están disponibles aquí. ¿Nos vemos en la pista?

Cris Pascual
Escucho música desde que tengo uso de razón y me lo bailo (casi) todo. En ocasiones veo BPMs.