El 30 de agosto quedará grabado en la memoria de todos los que asistimos a la terraza de Jowke para vivir otra jornada de Mondo Open Air. Si la temporada ya venía cargada de sold outs y momentos memorables, este sábado subió un peldaño más con un line-up de la mano de 240km/h, y con su formato F2F, y un acondicionamiento de la terraza y la piscina increíble.
El calor del verano madrileño no fue un obstáculo para disfrutar de la jornada, y la organización volvió a demostrar que sabe cuidar de su público. Cañones de agua junto a la piscina, pistolas de agua repartidas entre los asistentes y cascadas instaladas en los pasillos hicieron que refrescarse fuera parte de la fiesta. Un detalle que convirtió la experiencia en algo aún más divertido y que ayudó a mantener la energía intacta durante toda la tarde y noche. Y esto no había hecho nada más que empezar.
La tarde arrancaba de una manera muy especial y diferente a lo habitual: con la Gran Orquesta Latina de la Cucaracha poniendo el primer toque festivo a base de ritmos latinos en directo. Una apertura inesperada, y que poca gente puede decir que ha visto una orquesta en una fiesta de electrónica, que sirvió como calentamiento perfecto antes de que comenzaran los duelos de la noche.
El siguiente turno lo tomaron Alba Franch y Davyboi, con un set cargado de groove y y hard dance, demostrando una vez más la proyección imparable de la DJ madrileña y la energía inagotable de su compañero con la corbata. El público, que ya llenaba la pista a primera hora, empezó a entrar en calor con esta primera batalla.
Más pronto de lo que la gente se esperaba, llegó el choque de trenes más esperado del día. Adrián Mills frente a Pastis & Buenri en un F2F que solo puede definirse como histórico. Tres DJs con técnicas impecables, dos estilos que han vuelto a poner a Europa patas arriba: el hard bounce de Mills frente a la mákina de las dos leyendas catalanas. Desde el primer drop, la terraza entera se vino arriba en un delirio colectivo. Himnos, remixes, remember, y mezclas milimétricas que hicieron imposible dejar de saltar. La química en cabina y la respuesta del público convirtieron este enfrentamiento en uno de los sets más memorables que Mondo Open Air haya vivido.
Después, Sita se enfrento a Cardopusher, llevando el formato F2F a otro nivel. Entre breaks, algo de bounce más oscuro y ritmos acelerados, ofrecieron un set que sorprendió por su versatilidad y la manera en la que supieron retarse y complementarse al mismo tiempo.
Con el sol cayendo sobre la terraza, llegaba uno de los momentos más intensos y finales del día: Zwilling. F2F Wilderích, un set que combinó bastante (demasiado) hard bounce, mucho carisma en cabina y hasta canciones con el micrófono interpretada por ellos mismos. La compenetración entre ambos hizo que la pista no bajara el ritmo en ningún momento, y eso que fueron las 3 últimas horas de fiesta seguidas, que aunque quizá se hicieron un pelín largas, comparando con la duración del resto de set, fue una propuesta muy interesante como cierre de la tarde.
Aunque, la fiesta no terminó ahí. El after oficial en Sala Cocó esperaba a los más incansables, alargando una noche que quedará marcada como uno de los capítulos más épicos de esta temporada.
Con propuestas así, Mondo Open Air reafirma por qué es ya un referente del madrileño: por su capacidad de arriesgar con DJs y formatos nuevos, como este de la piscina, por la calidad de sus artistas y, sobre todo, por convertir cada tarde en una experiencia irrepetible.