Fin de semana perfecto el que nos ha regalado el DGTL. Los días oficiales eran sábado y domingo por el día pero también tenían afters el viernes, el sábado y el domingo por la noche. Casi nada. Además de muy buena música pudimos disfrutar de una producción muy cuidada, con unos escenarios muy bien concebidos y ejecutados. Incluso se toman la sostenibilidad muy en serio, con varias iniciativas innovadoras, desde la producción de energía al reciclado de los recursos. Todo un señor festival. 


Desde su primera edición en 2013, el DGTL siempre ha sido sinónimo de calidad, innovación, tecnología, arte de todo tipo y una búsqueda por ser más sostenibles. Una clara visión de futuro. De nuevo en el NSDM, una venue con vibra industrial y que permite albergar todo tipo de instalaciones, la organización nos sorprendió con una producción muy completa a muchos niveles. Un recinto perfecto a la orilla del IJ (esa masa de agua que separa Amsterdam de Noord) y un clima ideal hicieron de este festival un verdadero paraíso.

Antes de hablar de la música, vamos a hablar de por qué el DGTL es un festival muy diferente a otros. 

New Horizons art DGTL

Lo primero, tenemos que destacar su gusto por el arte. Más allá del diseño de escenarios, que también era sobresaliente, pasear por ese recinto era una gozada. Quizá lo que más nos gusto fue la pieza enmarcada dentro del proyecto New Horizons, en colaboración con ABN AMRO, de la artista Roos Janssen. Una estructura cilíndrica en la que la luz, el agua y los efectos visuales formaban un conjunto precioso, como puede apreciarse en la imagen. Era, además, la decoración principal del escenario del programa de noche, y reconocemos haber perdido el hilo de la música alguna vez admirando la pieza.

New Horizons, el proyecto de DGTL para la inclusión de la mujer en la electrónica y el arte

Muy interesante de por si este proyecto, que, con la mentoría de Heleen Blanken y en colaboración con Womens Inc, pretende ayudar a artistas femeninas a abrirse hueco en la industria de la música electrónica y el arte. Un mundo dominado por hombres, sobre todo en los roles más técnicos, en el que muchas mujeres se sienten dejadas de lado. Así, se pretende no solo guiar, sino crear espacios en la industria para las que las mujeres se sientan valoradas.


También, cómo no mencionar el gran número de iniciativas relativas a la sostenibilidad. Más allá del típico ”traenos el vaso y te cobramos menos” la organización del DGTL tiene estrategias para el mejor uso del agua, el reciclado de residuos y la producción de energía.

Respecto a la energía, destacamos la sustitución de los generadores de diesel, que suelen ser la norma, por fuentes de energía renovables. También, un brillante sistema que les ayuda a calcular con exactitud cuánta energía y dónde se va a necesitar a cada momento del festival, para reducir el gasto. Además, trabajan en proyectos para usar el hidrógeno en situaciones para las que se requiere una gran cantidad de energía. Hay varias partes implicadas, pero una de ellas es la Municipalidad de Amsterdam, que ha pedido a la organización estudiar las aplicaciones prácticas y los retos de usar este combustible. Una colaboración entre instituciones públicas y festivales que habla de la buena salud de esta industria, y que sería imposible de ver en España.

¿Y con el agua? Toma asiento. Además de utilizar las aguas grises del IJ (el ”río” que separa Amsterdam de Noord) para tirar de la cadena en los WC, se instalaron urinarios específicos en donde el líquido recogido se filtra, se trata y se utiliza para hacer abono y fertilizante que usar en el propio recinto y otros jardines. Si, tu pis hace crecer los tulipanes.

Y terminamos con la comida y el reciclado de residuos. Toda la comida ofrecida era plant-based, y los utensilios tenían que ser devueltos a un punto habilitado para ello, evitando los envases de un solo uso. Y encima estaba rico, que vaya espectáculo los baos. Además, la gestión de residuos era brillante. Además de puntos de reciclaje por todos lados había puntos Resource Hub en los que podías entregar tu basura para que fuera separada y clasificada directamente.

Y es que en general, más allá de medidas de sostenibilidad cosmética, todas estas iniciativas sirven, no solo para tener un festival más verde, si no para estudiar qué funciona y qué no, y aprender de situaciones reales. La colaboración con empresas e incluso con la Municipalidad de Amsterdam ejemplifica una visión positiva de la industria de los eventos, que nos sirven, además de para el ocio, para probar ideas que pueden aplicarse en nuestra vida diaria. Muy bien todo esto.

Y ahora sí, vamos a hablar de música. El cartel, sin ser megalómano, estaba seleccionado con un gusto exquisito. Seis escenarios que albergaban un amplio espectro, desde The Blaze a Brutalismus 3000 el sábado y de Monolink a 999999999 el domingo.

charlottevdgaa photo

Empezábamos el sábado con Mall Grab en el escenario Modular, quizá el más grande de los seis. Una carpa gigante con un despliegue de pantallas centrales y laterales que llegaban hasta el final provocando un efecto inmersivo espectacular. Allí, el australiano nos regaló un set ecléctico, variado, minimal a ratos, disco a otros, con una mezcla y un ritmo sobresalientes.

En este mismo escenario disfrutaríamos el domingo de quizá uno de los mejores sets del fin de semana, Folamour. Con su house y disco marca de la casa, pudimos ver un set especialmente atrevido, muy melódico, delicado y emotivo a ratos pero con un ritmo de baile muy alto. Hubo momentos de auténtico delirio, con instrumentales de saxo y jazz que volvieron loco al público. Un público totalmente entregado a la propuesta, además. Una de las mejores vibras de todo el finde.


Nos tocaba luego correr al AMP, quizá el escenario más bello de todos, a disfrutar de las melodías y un tempo más relajado de The Blaze. Pero qué escenario dios mío. Una pantalla circular rodeaba toda la pista y del techo colgaba el ya icónico círculo del DGTL, que subía y bajaba en un vaivén acorde a la música. Aunque ya lo habíamos visto en ediciones anteriores, no nos cansamos. Y qué decir de lo increíble que luce cuando cae la noche y te ves dentro de ese círculo, con las luces brillando y la música sonando. Nuestro escenario favorito.

Aquí también disfrutaríamos de Joris Voorn, al cierre del sábado, con un set más rápido y trancero del que nos tiene acostumbrados, con melodías preciosas y emotivas. Además, el domingo, el público tuvo la suerte de disfrutar del tech house de Franky Rizardo y Honey Dijon.


También visitamos el Generator stage, el que más representaba esa vibra de warehouse industrial. Lo que antiguamente habían sido los astilleros más grandes del mundo ahora albergaban un escenario donde sonarían Funk Assault, Dax J & Daria Kolosova, Funk Tribu o 999999999 durante el fin de semana. Además de tener un sonido perfecto, los artistas adaptaron su set a este espectacular setting. Funk Tribu, por ejemplo, con un set más technero de lo que suele ser habitual, aunque con su distintivo toque ecléctico. Se cayó la sala cuando sonó ‘Viento‘. 

Espectacular este stage, que además contaba con una zona detrás del DJ, a la que todo el mundo podía acceder, y desde la que había una vista espectacular de la masa de gente allí congregada. Vibras de techno industrial y hardtechno para un escenario con un aura mágica.


Y se nos empezaban a apretar los horarios, las coincidencias eran ya dramáticas. Tras una breve visita a Patrick Mason en el Modular stage, haciendo un set bailable pero bastante intenso, nos movimos al escenario revelación de esta edición, y musicalmente nuestro favorito. El Current.

Este escenario, que se estrenaba para esta edición, era el encargado de albergar un sonido en absoluta tendencia, el hardhouse/trance/eurodance. Tenemos que ponernos ya de acuerdo en un término para este género, porque viene muy fuerte y la gente ya lo está aceptando en masa.  Por delante, dos horas de Malugi y 1:45 de Pegassi, dos de los mayores exponentes de este sonido. Si ya sabéis cómo suena este ”nuevo género” me ahorro explicarlo. Si no, aquí tenéis:


Y es que bendición que estén volviendo la melodía y la euforia. Después de unos años en los que el bombo y la oscuridad han dominado, la gente está ávida de buen rollo y emociones. Aquí ya está pegando muy fuerte, y este escenario estuvo lleno la mayor parte del día, hasta el punto de ser demasiado con Malugi, Pegassi y Dj Heartstring el domingo. ¿Quizá sorprendió tanta afluencia de público? Desde luego las vibras durante los sets fueron increíbles, es genial ver a la gente saltando de pura alegría con una sonrisa en la cara.

Mención especial al set de Dj Heartstring, quizá el mejor del fin de semana. Bailongo, emotivo, trancero, vocales preciosas y melodías increíbles. Dos de los mejores productores del género trayendo el mayor ratio de sonrisas/público del festival.


¡Y eso fue todo! Si has llegado hasta aquí y te han entrado ganas de venir, ya tienen abierta la venta de early birds así que yo que tu empezaba a planearlo. A título personal, este ha sido uno de los mejores festivales del año. Ya no solo por la buena música, que también, si no por el buen gusto en todo lo demás. Escenarios, arte, producción, y por supuesto el compromiso con la sostenibilidad y el futuro. El DGTL es mucho más que un festival y se nota. ¡Larga vida a este evento!

Jesus Agui
Aqui hablando de Hardcore. Sobre todo Early y Millennium, pero toda la música electrónica es bella. Vivo en Amsterdam, la mejor ciudad del mundo. Echo de menos el cocido madrileño.