El viernes 5 de Junio fue el día en el que el dúo formado por las hermanas Jahan y Yasmine Yousaf visitaban por primera vez la capital madrileña. La sala elegida fue una de las más emblemáticas, La Rivera, con la fiesta promovida por Massive.
Se notaba los días anteriores como se iban incendiando poco a poco las rrss, gran indicativo de que nos encontraríamos con una buena asistencia, cosa que se agradece cuando se apuesta por DJs y artistas que no son fácilmente visibles por la capital. Y así fue, la sala se fue llenando poco a poco desde que se abrieron las puertas.
Un warm-up impresionante, empañado por una gran parte del público que no supo apreciar la calidad del set del vasco al que interrumpían constantemente jaleando a las hermanas Yousaf que ni siquiera se encontraban allí en aquellos momentos. Una gran falta de respeto de los asistentes hacia la persona que se encargó de calentar la sala y que, a nuestro parecer, realizó el mejor set de la noche, ya no solo en cuanto a selección musical sino a técnica y calidad.
El reloj marcaba las 3:00 y el técnico de sonido de las hermanas Krewella ya estaba preparando todo el set-up para la actuación principal de la noche. Un set-up formado por un portátil y una X1, aunque también disponían de la DJM y los CDJ reglamentarios. Fue entonces cuando el escenario se llenó de gente (no sabemos si staff de las americanas, invitados o simplemente ‘vips’ de la fiesta) y el público comenzó a gritar como si no hubiese mañana, lo cual indicaba que Jahan y Yasmine ya estaban rondando por la parte de detrás del escenario.
Dieron las 4:30 y mientras sonaban los últimos acordes de ‘Come & Get It’, Jahan y Yasmine cumplieron con sus seguidores y bajaron al foso a hacerse fotos con los afortunados que poblaban las primeras filas. Así estuvieron unos minutos, hasta que los chicos de Exzessive le dieron al play y comenzaron su set, lo que obligó a las americanas a retirarse a su camerino. Electro house contundente y dubstep predominaron hasta el cierre para la poca gente que quedó en la sala tras la marcha de Krewella, claro síntoma de la procedencia del público de esta fiesta.